martes, 6 de agosto de 2013

Regresamos a nuestro taller





R E M I G I O
Juan García Jiménez

¡Órale, Remigio: garre sus tiliches
y como de rayo se me va a l’escuela..!
¡pero ya volando que se li hace tarde
y no sea la cosa que me lo degüelvan..!
Con estas “josefas” vas a la varilla
y aluego me mercas
pero mita y mita con la chilpayata-
dos cuentos pintados de los de Calleja.
¡Y a ser como gente: a entrarle macizo
con lo que se venga!:
a screbir la plana, a ler la letura
y a hacer munchas cuentas..!
Ya le dije al maistro que le doy permiso
p’a arrimarte sobas y darte tus felpas,
si te vas de pinta por los tecorrales
o a pasiar ajueras…
¡No ti hagas el sonso ni lo disimules
que ya te conozco toditas tus tretas!
si nó… ese chipote… ¿Cómo jue?.. ¿rezando?
,¿y ese tarrascazo detrás de l’oreja?,
¡y esa coronita que pareces cura..!,
¡ònde están los pelos..!, ¿crees que jue’n l’iglesia?
Y aluego ese diente..!, No vas a dicirme
que fue’l siñor maistro que te dio en la jeta..!
Y esos pantalones..?, álgame la Virgen
si no los había visto..!, ¡cierre esa manera..!,
y vaya con su nana que le ponga un parche…
no me ande en la calle con sus indecencias…
Y amos, pero pronto… ¡garre sus tiliches
y como de rayo se me va a l’escuela..!
* * *
Pero óime, Remigio, todavía es muy temprano.
Yo crioque l’a escuela todavía no está abierta…
pérame tantito ..! pon ai tus colores
y tu silabario y tu bolsa nueva
y ven con tu agüelo
pa que lo diviertas…
Con que ya aprendiste todo el “cajoncito”…!
¡Diantre de muchacho, casi no lo creiba..!,
y aluego ya tienes tu letra redonda
tan clara y bien hecha,
como los güevitos de las cucuchitas
o las piedrecitas o las matatenas…¡
Ta güeno, mi lindo!: me da muncho gustos
saber que así crezcas
y ojalá la Virgen, nunca lo permita
que te falte escuela…
* * *
Si algún día llegaras a ser licenciado,
vente pa tu pueblo con todo y querencia…
el terruño tiene saborcito a frutas…
cáin sobre sus pechos todas las estrellas…
güelen sus caminos a cariño abierto…
corre entre sus calles un olor di almendras,
y hasta en el silencio lleno de cocuyos
tienen sus guitarras
todas las tristezas…
Pero… ven, m’hijito… no te pongas triste:
lo que tu agüelito ahora te aconseja,
pos no es pa que l’eches esas miradotas,
ni li hagas berrinches ni tamañas muecas…
¡No llores Remigio…por que si tú chillas,
me desasosiegas..!
Ya tate en silencio…no güelvo a decírtelo..!,
¡pero alza los ojos un arto siquiera..!
;tantito, siquiera, m’hijito del alma,
alza la cabeza…
Pero… ¡qué deviso..!: ¿con que no chillabas
y te tabas riendo..? ¡Amos, sinvergüenza..!:
¡garre sus tiliches y oritita mesmose me va a l’escuela..!

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